Detrás de la muerte de Misael Núñez Acosta estuvo Elba Esther pero la Fiscalía Especial la exoneró

Diario de Ecatepec, Méx. Enero 30.- El asesinato del profesor Misael Núñez Acosta fue uno más de los crímenes en contra de los luchadores sociales honestos que marcaron el inicio de la lucha democrática de México, sostuvo su hermano, Juan Carlos, quien junto con su madre, Carlota Acosta Hernández, encabezó el XXVII Aniversario Luctuoso que organizó el gobierno de Ecatepec.

“Que se investigue a fondo este crimen y se castigue a los responsables, porque se segó la vida de una persona que fue fundamental en la lucha que enarbola la izquierda mexicana”, exigió Juan Carlos Núñez Acosta ante la aprobación de cientos de ciudadanos, maestros, alumnos, padres de familia y funcionarios que se dieron cita hoy en la explanada municipal para recordar al mártir magisterial.

Por su parte, el primer síndico José Pascual Soto Cruz, en representación del alcalde José Luís Gutiérrez Cureño, afirmó “la muerte de Misael Núñez Acosta marcó el inicio de la lucha libertaria de los maestros contra el gobierno y el magisterio nacional, que asesinaban a quienes no estaban a favor de ellos”.

Para recordar al profesor caído, luego de la ceremonia cívica se develó un monumento en su honor, una exposición educativa y diversas actividades culturales. La jornada en memoria del mártir magisterial concluirá el 3 de febrero con la carrera deportiva “Siguiendo el camino”, de la loma de Tulpetlac al Palacio Municipal, y un homenaje popular en la escuela de dicha comunidad organizado por la Coalición de Colonias de Tulpetlac y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Por cierto, que esta organización magisterial, año tras año, ha demandado al gobierno en turno que se castigue a los asesinos materiales y a la dirigente nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo, a quien señala como la principal autora intelectual del crimen del líder magisterial.

La familia del maestro Núñez Acosta coincide con la CNTE. La madre del líder asesinado, asegura que “es del conocimiento público que detrás de su muerte estuvo Elba Esther; sabemos quién lo orquestó, por eso le dieron carpetazo”-

“Fue un crimen de Estado. Sabemos quién lo mató, pero también quién pagó y cuál fue el precio por asesinar a mi hijo, señaló al diario La Jornada.

Carlota Acosta ha dejado de creer en las instituciones del Estado responsables de impartir justicia. Comentó que “de nada sirvió denunciar ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), ya que todo fue una simulación, pues en la administración de Vicente Fox Quesada se consolidó una mascarada, un teatro jurídico para exonerar a Elba Esther Gordillo Morales, principal responsable”.

Por ello cree que “sólo la justicia divina podrá alcanzar a todos los responsables, porque la de los hombres hace tiempo que le dio carpetazo”. Juan Carlos está de acuerdo con su mamá y dice, “sabemos que ya se están muriendo algunos de los que participaron en la muerte de Misael, por eso creemos que de la única que no podrán escapar es de la justicia divina”.

No obstante, doña Carlota señala que su hijo dejó un legado de dignidad, por lo que “no vamos a quitar el dedo del renglón. Exigimos castigo para los responsables del asesinato, tanto para los autores intelectuales, como Elba Esther, como para los materiales, a quienes dejaron ir unos días después de recibir sentencia”.

Considerado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como uno de los primeros “caídos” de la guerra sucia contra el magisterio, Núñez Acosta enfrentó el cacicazgo de Carlos Jonguitud y Gordillo Morales en el Valle de México, además de participar en movimientos de colonos y obreros que exigían mejores condiciones de vida.

Nació el primero de agosto de 1949 en Tenango, municipio de Chapulhuacán y fue asesinado el 30 de enero de 1981, a cien metros de la escuela primaria “Héroes de Churubusco” de la Loma Tulpetlac, donde era director.

Los principales ejes donde centró Núñez Acosta su atención como maestro fueron educación, vivienda digna para el pueblo y mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores.

Impulsó la construcción de escuelas nocturnas para trabajadores en La Loma y fundó la Asociación Civil de Colonos, embrión de lo que después fue la Coalición de Colonias de Tulpetlac, que luchaba por la regularización de la tenencia de la tierra y dotación de servicios públicos, entre otros aspectos.

Núñez Acosta también impulsó la organización de los obreros, para combatir en las fábricas a los líderes gremiales y en el ámbito magisterial luchó por la democracia sindical.

El 13 de de noviembre de 1980, cuando el movimiento magisterial del Valle de México realizó su Congreso de Masas en Ciudad Universitaria, Misael Núñez Acosta fue electo por miles de maestros como Secretario de Conflictos del Comité Ejecutivo Seccional Democrático.

Pero dos meses después, el 30 de enero, un Le Baron blanco se paró frente al domicilio de Misael. “Ya lo andaban buscando, porque la consigna era matarlo donde lo encontraran, pero como no regresó a la casa, se fueron a la escuela de La Loma, y ahí lo mataron”, recuerda Juan Carlos Núñez.

Al respecto, la madre del Misael relata que la tarde de ese día, tras salir de la escuela primaria Héroes de Churubusco, donde convocó a una asamblea de padres de familia para informar sobre un paro indefinido en el que participaron miles de maestros, quienes demandaban la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y mejores condiciones laborales, “le dispararon por la espalda, porque hasta en eso fueron cobardes; ni en su muerte pudieron darle la cara”.

La muerte de Misael “no ha sido en vano; dejó un legado, porque él siempre busco la justicia para los demás, nos enseñó a organizarnos y a defender nuestros derechos sin importar si eres pobre o no”. Por eso no vamos de dejar de pedir castigo para los responsables de su muerte, advierte el hermano del mártir magisterial.

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