José María Pérez Álvarez ganó el III Premio Bruguera de Novela con "La Soledad de las Vocales"

Por Juan Pablo García Vallejo

Diario de Ecatepec, Méx. Feb. 15 (Cultura).- El narrador de La soledad de las vocales vive en la pensión Lausana, un tugurio repleto de seres marginados y sin esperanza. Allí conviven un tapicero serbio, una ex nadadora, un par de homosexuales, un pintor y un discípulo de Joyce que intenta escribir una novela titulada La memoria del Olvido y comparte su habitación con el fantasma de una joven suicidada en el mismo cuartucho que él ocupa. Dejando de lado sus circunstancias personales, todos ellos son individuos derrotados y condenados a la soledad, “habitantes de la noche”.

El narrador, por ejemplo, se presenta como un borracho y casi mendigo, “un desocupado aficionado al alcohol”, “un enfermo de soledad” cuyas “manos sienten nostalgia de cuando eran útiles” y que pasa el tiempo bebiendo o leyendo algunos de los libros que le presta el escritor de la habitación de al lado.

La Pensión Lausana se compara varias veces con el sanatorio Berghof y el narrador se identifica con el Hans Castorp de La montaña mágica. La pensión se compara con el sanatorio, pero no de tuberculosos, sino de fracasados. Ellos son los enfermos de la nueva Europa, la que emergió tras las guerras del siglo XX y tras los violentos conflictos que a ratos laten en la memoria de los personajes de La soledad de las vocales.

José María Pérez Álvarez (O Barco de Valedoras, Orense, 1952) mantuvo, durante una década (desde 1994 hasta 2004) un programa de divulgación literaria en la SER titulado “El libro de la semana” en el que analizaba obras de poesía, narrativa y teatro de autores de todo el mundo. En la actualidad colabora en la revista “Jano” y en la página web tallerediciones.com. Es director de la colección de narrativa contemporánea de la editorial orensana Duen De Bux. Entre otros libros, ha publicado: La vida innecesaria (1988), Como se nada existisse (1993), Las estaciones de la muerte (1987), Un montón de años tristes (1999), Nembrot (2002) y Cabo de Hornos (2005).

Autor de relatos y de ensayo, ha obtenido diversos premios: El Mor de Fuentes 1974, el Hucha de Plata 1975, el Gabriel Miró 1985, el Certamen “El Golpe” 1980, el Ramón Sijé 1988, el Felipe Trigo 1993 y el Premio Constitución 1986.

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