Fomentar el hábito de la lectura es tarea nacional, porque una casa sin libros es una casa sin cultura. La industria cultural aporta el 7% del PIB
Por Juan Pablo García Vallejo
Ciudad de México, Marzo 4.- La cultura de la transparencia avanza en México y como muestra es la presentación del Directorio de la Industria Editorial Mexicana (DIEM) para terminar con la opacidad que existe en torno a la producción editorial, el numero de libros vendidos y el numero de libros leídos en promedio por los mexicanos, que se presentó en la pasada XXIX Feria Internacional del Palacio de Minería, por Ernesto Piedras, Miguel Ángel Guzmán y Tomas Granados director del suplemento de libros Hoja por hoja y de esta publicación anual.
El dogma neo-colonialista de que “los mexicanos no leen” para que la cultura del libro y su goce siga siendo un privilegio de unos cuantos está a punto de desaparecer. Los participantes en este interesante evento cultural trataron de responder las siguientes interrogantes ¿Cuántos libros se publican en México? ¿Es cierto que en promedio leemos medio libro al año? ¿De verdad hay más librerías en Barcelona que en todo nuestro país? ¿Por qué no hay listas de libros más vendidos? ¿Qué debe hacer alguien para convertirse en editor? y ¿Vale la pena que lo haga?
Mis respuestas a bote pronto serían estas: comenzando por la última pregunta México necesita buenos editores y editoriales fuertes. Las listas de libros más vendidos están manipuladas, tanto de la Librería Gandhi como las proporcionadas por Sanbors. En cualquier otro país hay más librerías que en México.
En el Estado de México existen según el DIEM, 61 librerías, 2 librerías de ocasión y de anticuario, 18 tiendas departamentales y una no especificada. Y está más que claro que en cualquier otro país hay más librerías y son mucho más libros leídos por ciudadano.
En México se publican muchos libros y muchos de ellos se quedan en las bodegas de las universidades, secretarías de Estado y en el CONACULTA, el INAH, Bellas Artes etc.
En opinión de Tomas Granados las editoriales temen decirles a sus autores cuántos libros venden pues consideran mejor que no sepamos y mantener su producción en la opacidad; existe una miopía gremial para reunir y difundir la información. Y admite que la industria editorial se toma poco en serio a sí misma y sólo ve el beneficio a corto plazo y no el beneficio común.
Por su parte Ernesto Piedra autor del brillante y raro libro ¿Cuánto cuesta la cultura?, afirmo que la industria cultural mexicana tiene un peso significativo en la economía y en el PIB ya que la industria editorial genera empleo y junto con el cine, la música y la tv, colocan al sector cultural en el cuarto lugar después de petróleo, maquila y el turismo.
Finalmente Miguel Ángel Guzmán, director del Centro Editorial Versal y formador de más de 2000 editores en veinte años, se refirió al gran dogma cultural neo-colonizador de que falta hábito de lectura entre los mexicanos. Y dio como razón principal que “la mayoría de los mexicanos no invierten en la compra de libros, no sienten parte de la cultura cotidiana.”
Y agregó que en Brasil el libro es parte de la defensa estratégica de la cultura, la lengua el pensamiento y el pasado. “Fomentar el hábito de la lectura debe ser tarea nacional en el que deben involucrarse todo el mundo, la familia, la burocracia, los grupos, la Secretaría de Educación Pública”.
Por nuestra parte decimos que no estamos de acuerdo con este dogma neo-colonizador porque leo más de 50 libros al año y sabemos leer de otra manera el libro de la vida y los vaivenes de la inmovilidad de la sociedad de la distopía y si no que hablen las piedras….
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