En Ecatepec, donde por años las calles fueron
símbolo del abandono, hoy el suelo comienza a contar otra historia. Una
historia escrita con maquinaria propia, inversión récord y voluntad política.
La administración que encabeza Azucena Cisneros Coss ha emprendido una
de las transformaciones urbanas más importantes en décadas: más de mil 140
millones de pesos invertidos en pavimentación y repavimentación de vialidades,
beneficiando a más de 300 colonias, con la recuperación de 799 calles y casi
500 kilómetros rehabilitados
La cifra no solo impresiona, también sacude la
memoria colectiva. Hace apenas diez meses, Ecatepec tenía 80% de sus calles
destruidas y ninguna pieza de maquinaria propia. Hoy, ese panorama cambió
drásticamente.
“Para entenderlo en su justa dimensión: es
como si hubiéramos pavimentado el camino completo de Ecatepec hasta la ciudad
de Morelia”, explicó la alcaldesa
Pero el verdadero fondo de esta política
pública va más allá del cemento. La presidenta municipal lo expresó con una
frase que resume el sentido social del proyecto:
“Cada calle pavimentada es también una acción
de paz y de justicia”
Y tiene razón. Pavimentar no es solo mejorar
la movilidad, sino devolver seguridad, dignidad y vida comunitaria a los
barrios que habían quedado aislados por el deterioro. Una calle bien hecha
permite que las patrullas lleguen a tiempo, que los niños caminen seguros a la
escuela, que los comercios vuelvan a abrir con confianza.
Durante la conferencia de prensa, Cisneros fue
tajante al recordar que, durante años, Ecatepec fue víctima de la simulación y
la corrupción:
“Por décadas se rentaban máquinas viejas, se
fingían trabajos y no se pavimentaba. Hoy las máquinas trabajan, las obras
avanzan y la gente ve resultados. Este gobierno no renta, trabaja; no promete,
cumple; y no olvida, transforma. El abandono se terminó”
El nuevo tren de pavimentación, recibido con
apoyo del Gobierno Federal y valuado en 35 millones de pesos, permitirá aumentar
en 300% la capacidad operativa para intervenir vialidades
Y con ello, el municipio busca recuperar
en tres años un rezago de 75 años
El mensaje de fondo es claro: pavimentar
también es gobernar con justicia territorial. Es reconocer que los servicios
públicos son derechos, no favores; que la infraestructura puede ser un acto de
igualdad; y que el desarrollo urbano debe llegar primero a donde más se
necesita.
Ecatepec está viviendo una transformación que
no solo se mide en kilómetros de asfalto, sino en la reconstrucción del vínculo
entre gobierno y ciudadanía. Donde antes había baches, ahora hay pasos firmes.
Donde antes había simulación, ahora hay resultados. Y donde antes había olvido,
ahora hay comunidad.

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