Ciudad de México, Feb 21 (Arte).- Si alguien le dijera que en Dinamarca existe una Comisión de Diseño y Artes Decorativas de la Fundación Estatal para las Artes que tiene entre uno de sus objetivos el comprar joyería con dinero público y prestarlas a los daneses que lo pidan para lucirlas sus eventos públicos, pensaría que está loco. Pero no, esto sucede cuando los bienes públicos son democratizados.
Mia Okkels la directora de esta comisión dice: “es bueno que los bienes comprados con dinero público sean usados por cualquier ciudadano”. La idea sigue siendo descabellada para un país como México donde reina el agandalle en todas sus formas del poder y para el poder y para la reproducción parasitaria de las elites depredadoras.
“El alhajero es un sistema de préstamo en virtud del cual las joyas adquiridas por la Fundación se ceden temporalmente a daneses que participan en actos públicos en Dinamarca u otros países. De este modo las piezas son exhibidas por personas, en concordancia perfecta con su verdadera esencia, la de “esculturas portables”, y sus usuarios contribuyen a promover el arte danés de la joyería y a difundir la obra de los artistas que la han creado.
El alhajero danés. Diseño contemporáneo, exposición algo sui generis para un país subdesarrollado como el nuestro, será inaugurada hoy por la Reina de Dinamarca a las 16 horas en el Museo Franz Mayer, a unos pasos del metro Bellas Artes, en la Plaza de la Santa Veracruz, donde se podrá apreciar hasta el día 27 de abril, la creatividad de los diseñadores de joyería daneses para crear con diversos materiales como el titanio, PVC, acrílico, hule piezas de joyería muy bella.
No toda la joyería tiene que ser de metales y piedras preciosas, ¿por qué no un collar de ámbar con huesos de mamut, sin temor de que el INAH se lo decomise? O collares con alambres y seda, pulsera con pedacería de transportadores de aritmética. Los diseños son muy creativos y novedosos.
La colección de El alhajero danés se viene reuniendo desde hace 30 años, y la comisión compra a los artistas sus joyas para apoyarlos y al mismo tiempo poner al alcance de un público más amplio el diseño de las joyas. Consta de más de 100 piezas realizada por una treintena de artistas.
Esta exposición y la accesibilidad de vestir las joyas nos dicen que es un buen ejemplo de una democracia sana, creativa y responsable para con sus ciudadanos, sin necesidad de caer en vulgares corruptelas de enriquecimiento ilícito o inexplicable por aprovecharse deforma privada del dinero público
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