Salió del Paraíso de los pobres en busca del sueño americano, pero el infortunio lo alcanzó


Le robaron lo poco que traía y perdió contacto con su pollero

El gobierno de Ecatepec lo ayudó para su repatriación

Diario de Ecatepec, Edomex. Abril 14 (Casa del Migrante).- “En mi país sólo hay pobreza, allá me dedico a la agricultura con cultivos de maíz, frijol y cacahuate, pero hay veces que el mal tiempo nos echa a perder la cosecha y nos quedamos sin nada. Tengo que darle educación a mis hijos pero ya no puedo seguir adelante, mejor me regreso”, platica Jorge Alberto Carrito, migrante hondureño, quien llegó a la Casa del Migrante de Ecatepec hambriento y sin dinero, pues le robaron en el camino lo poco que traía y además perdió contacto con el pollero que lo iba a pasar a Estados Unidos.

El migrante hondureño, de 52 años, lleva 28 días que salió del Paraíso, como irónicamente se llama su colonia en la provincia Antonio de Flores, Honduras, donde dejó a su esposa y siete hijos que apenas tienen para comer.

Por ello, con el fin de garantizar que Jorge Alberto regrese con su familia sin ningún contratiempo, el gobierno de Ecatepec gestionó ante el Instituto Nacional de Migración para que pueda ser repatriado y regrese a su hogar de manera segura y sin los peligros que representa viajar en el ferrocarril de manera ilegal.

Es el único que se regresa a su país, sus compañeros de viaje seguirán adelante luego de comer y asearse, pues a pesar del cansancio y las penurias de su travesía, sonríen motivados con el sueño americano, y Oscar Rivera, “El salvadoreño” hasta canta debajo de la regadera.

Oscar, que es el más alegre del grupo, no puede evitar una expresión sombría cuando dice, “hemos visto cómo se van quedando los compañeros en el camino, muchos se caen de la máquina de la muerte o la bestia, así le decimos al tren; a mí se me perdieron los zapatos al tratar de subir pero aquí me regalaron estos que traigo y hoy mismo nos vamos porque tengo que regresar a mi trabajo en Arkansas”.

Sobre los accidentes de migrantes centroamericanos en el ferrocarril, el jefe de la Oficina de Atención al Migrante en Ecatepec, Arturo López García informó que desde que abrió sus puertas la Casa del Migrante en diciembre pasado, se ha reducido un 90 por ciento dichos accidentes.

“Teníamos en el hospital de Las Américas muchos lesionados que presentaban mutilaciones en las extremidades porque el tren los arrastraba debido a que sus fuerzas los abandonaban por la debilidad que tenían provocada por la falta de alimentación, pero desde que en la Casa del Migrante pueden llegar a descansar, comer y asearse, la problemática ha disminuido considerablemente”, explicó.

Dijo que hasta la fecha 700 personas han detenido su viaje en Ecatepec, fatigados, hambrientos y con lesiones leves, picaduras de insectos, raspones y sobre todo con los pies lastimados.

Finalmente solicitó a la ciudadanía la donación de víveres, ropa, zapatos y demás cosas que les puedan ser de utilidad a los migrantes centroamericanos a fin de aligerar su paso por México.

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