— No, ¿eso qué es?
— Una extorsión disfrazada. Una trampa telefónica que juega con lo que más
duele: el miedo por la familia.
Así empieza esta historia. Pero también podría
ser la tuya, la mía… la de cualquiera que ame tanto a alguien que esté
dispuesto a todo por protegerlo.
Kamila, 15
años, y una tarde que le cambió la vida
Ecatepec, Edomex. 21/Julio/2025.- (Extorsiones) Ayer, en Santa María
Tulpetlac, Kamila estaba en casa. Tranquila. Hasta que el teléfono de casa sonó. —
Tenemos a tu mamá. Si no haces lo que decimos, no la volverás a ver.
Y pum. El corazón se le fue al suelo. Le dijeron que saliera, que depositara cinco mil pesos en una tienda de conveniencia, que apagara su celular personal, desechara el chip, comprara un nuevo celular y que no colgara por nada del mundo, que abordara un taxi para trasladarse a Plaza Coacalco, donde permaneció en el área de comida para tener el celular con carga. Ahí la mantuvieron en línea durante ocho horas, bajo el argumento de que se encontraba en medio de una negociación para liberar a su madre. Ella, con solo 15 años, obedeció, porque la amenaza era grande… pero el amor por su madre era más grande todavía.
Mientras
tanto, en otro lado…
Su mamá también recibió una llamada. — Tenemos
a tu hija. En ese momento ella sintió que se le caía el mundo encima y todo su cuerpo tembló; le exigieron depositar 40
mil pesos. Sin saber si su hija estaba bien, si era verdad… o si el miedo
la estaba arrastrando como una corriente sin salida obedeció, pero al no obtener respuestas
ni pruebas de secuestro, denunció el hecho a elementos del Sector 5 de la policía
municipal, quienes de inmediato acudieron a brindarle auxilio. Ahí fue cuando comenzó
la verdadera historia: la del rescate.
Cuando la
policía no llega tarde
La Célula de Búsqueda de la Policía Municipal de Ecatepec, con apoyo de la Fuerza de tarea de la Marina, activó los protocolos, rastreó cámaras, reconstruyó movimientos, y alrededor de las 22:00 horas de ayer, con el apoyo de la Fiscalía Mexiquense, la Célula de Búsqueda logró cortar la llamada, en ese momento, la adolescente se acercó con una guardia de seguridad en turno de Plaza Coacalco, solicitando su apoyo y fue a través del teléfono celular del agente que logró establecer contacto con su madre, quien estaba a salvo.
— “Estoy bien, mamá…” y en ese
momento, las lágrimas empezaron a fluir por alivio, no por dolor. La policía
llegó. Verificó que Kamila estuviera bien. La escuchó y la llevó de vuelta a
casa.
¿Por qué
contar esta historia?
Porque no podemos permitir que el miedo se
meta por la línea telefónica y destruya hogares, porque necesitamos hablar con
nuestras hijas e hijos; explicarles que existen estos engaños. Que si les dicen
“tu mamá está secuestrada”, verifiquen primero, respiren, pidan ayuda. Que no
están solos. Que la policía de Ecatepec sí responde, sí actúa, sí rescata.
🛑 Esta vez
Kamila volvió a casa. Pero hay muchas que aún no.
Y no lo decimos para asustar. Lo decimos para que nadie más caiga en una trampa tan cruel. Habla con tu familia. Comparte este caso. Enséñales a identificar los engaños, porque a veces, la mejor defensa no es una patrulla… es una conversación a tiempo.
Cuéntanos: ¿Tú sabrías qué hacer si recibes
una llamada así? ¿Ya hablaste del tema con tus hijas o sobrinos?
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