Recomendaciones prácticas de la OIT sobre el VIH en el mundo del trabajo

Por Juan Pablo García Vallejo

Noti Sida, México. Septiembre 14.- El VIH es una enfermedad catastrófica porque a los seropositivos los pone en muchas dificultades en su actividad laboral por medio de la cual consiguen los recursos para pagar los medicamentos bastante caros y paliar un poco a las infecciones oportunistas que anuncian al SIDA, pues no obstante que los medicamentos antirretrovirales pueden conseguirse gratuitamente, los tratamientos de otras enfermedades resultan bastante pesados para la economía familiar.

“Además de los sufrimientos que impone a las personas y sus familias, la epidemia afecta profundamente el tejido social y económico de las sociedades. El VIH/SIDA constituye una amenaza mayor para el mundo del trabajo: afecta al sector más productivo de la población activa, reduce los ingresos e impone costos elevados a las empresas de todos los sectores como consecuencia de la disminución de la productividad, del aumento del costo de la mano de obra y de la pérdida de trabajadores calificados y con experiencia. Por otra parte, el VIH/SIDA menoscaba los derechos fundamentales en el trabajo, sobre todo debido a la discriminación y el rechazo de que es objeto la gente que vive con el VIH/SIDA o se ve afectada por el mismo.”

Es por ellos que a los empleadores les debe interesar crear un ambiente de trabajo sano al promover información constante sobre la prevención y los riesgos de contraer el VIH entre sus trabajadores. Aunque la mayoría de los portadores del VIH no saben que lo son, las primeras crisis de salud como las diarreas inexplicables, la pérdida de peso, fiebres y la presencia de una tos seca, ocasionan un constante ausentismo laboral. Por los cambios en la conducta al tomar sus dosis medicamentosas, los compañeros de trabajo son los primeros que se dan cuenta de que algo está mal y si bien a una persona no se le nota ser VIH+ porque aparentemente está sana, cuando ya tiene el SIDA, éste se ve a kilómetros de distancia, no se puede ocultar, aunque no quiera comunicar su estatus serológico. Los trabajadores pueden perder su trabajo, pero también pueden re-incorporarse a él cuando recuperen sus capacidades laborales o que se asigne otro actividad.

En México desde hace poco, diversas empresas transnacionales están interesadas en crear un ambiente laboral sano, proporcionando información ya sea con campañas de sensibilización, programas educativos específicos de promoción de la salud, evitando la discriminación en el lugar de trabajo para los empleados seropositivos y difundiendo la utilidad de realizarse las pruebas voluntarias de detección de VIH, así como planteando que pueden trabajar en otras áreas que no requieran gran esfuerzo físico y saber que no representan ningún peligro para sus compañeros.

“Esta es la razón por la cual la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ha movilizado en aras de formular una declaración enérgica por medio de un Repertorio de recomendaciones prácticas sobre el VIH /SIDA y el mundo del trabajo. El Repertorio contribuirá útilmente a prevenir la propagación de la epidemia, atenuar sus efectos en los trabajadores y sus familias y ofrecer protección social para hacer frente a la enfermedad”.

La infección por VIH al debilitar el organismo afecta directamente el rendimiento laboral y pone en peligro perder la cobertura de la seguridad social y aumenta el sufrimiento psicológico de los VIH+ porque sus problemas se multiplican rápidamente.

“Un ambiente de trabajo sano es el que facilita una salud física y mental óptima por lo que se refiere al trabajo, así como la adaptación de éste alas facultades de los trabajadores en función de su estado de salud físico y mental “.

Hay que tener siempre presente que en ningún empleo se debe pedir a los trabajadores presentar o declarar su estatus serológico: “No hay razón para pedir a los candidatos a un puesto de trabajo o a los trabajadores en activo que proporcionen información personal relativa al VIH. Tampoco debería obligarse a los trabajadores a dar a conocer informaciones de esta índole a un compañero. El acceso a los datos personales sobre la eventual seropositividad de un trabajador debería regirse por unas normas de confidencialidad que concuerden como lo dispuesto en el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT sobre protección de los datos personales de los trabajadores.”

“No se debería exigir una prueba de detección del VIH en el momento de contratar a los trabajadores o como requisito para la continuación de la relación de trabajo. En ningún reconocimiento medico ordinario, por ejemplo, los de aptitud física antes de la colocación o los exámenes periódicos, debería hacerse una prueba obligatoria del VIH.”.

El ambiente de trabajo sano también preocupa a las organizaciones de los trabajadores, a los Estados y gobiernos locales en cuanto deben garantizar los derechos laborales de los seropositivos. “El gobierno debería procurar que las prestaciones estipuladas en la legislación nacional no sean inferiores para los trabajadores afectados por el VIH/SIDA que para los trabajadores víctimas de otras enfermedades graves. Al concebir y llevar a cabo posprogramas de seguridad social, los poderes públicos deberían tener en cuenta el carácter progresivo e intermitente de la enfermedad y adaptarlos en consonancia con ello, por ejemplo, facilitando las prestaciones cuándo sean necesarias y asegurando una tramitación rápida de las solicitudes.”

En este folletito se agregan varios apéndices sobre las cuestiones epidemiológicas del SIDA y sus secuelas, así como de las infecciones en el lugar de trabajo.

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