* Cada año hay más lectores.
* * Es un mito la creencia de que los mexicanos no leen.
* * * Crear nuevos lectores es construir una sociedad democrática.
Por Juan Pablo García Vallejo
l.- Cada día hay más libros y más lectores.
Diario de Ecatepec, Méx. Octubre 24 (Periodismo cultural).- Hay que partir de un hecho poco conocido: nunca antes en la historia de la humanidad habían existido tantos lectores, nos dice el periodista español Mario López, por lo que el fin del periódico y los libros aún está muy lejana y cada día hay más lectores.
“Nunca hasta ahora ha habido un volumen tan grande de personas capaces de leer y entender un periódico, y en que el número de estudiantes de grado primario, secundario, y superior ha crecido extraordinariamente en el mundo en los quince últimos años.
Ante este aluvión de población joven que está en niveles superiores de educación, ¿cómo plantearse el fin del periódico impreso si nunca en la historia del mundo hubo tanta gente en condiciones culturales semejantes?”
Pero todavía cuando hubiera pocas personas en un momento histórico determinado, hay quien considera útil y conveniente la lectura, como lo dice Miguel Ángel Porrúa al reflexionar sobre la historia de la imprenta y los libros hace 500 años:
“Tales son los esplendidos albores del arte tipográfico en América cuando parece que sólo se podía pensar en vivir, se pensaba en imprimir, y cuando se podía creer que no había quienes pudieran dedicarse a la lectura por ser tan escasa la población, se creía útil y conveniente introducir una imprenta e instalar una fábrica de papel.”
En Ecatepec, existió una librería hacia el año 1605, esto se deduce por los impresos que tienen algunos libros que están en la Biblioteca Nacional de México: “Es de la librería de San Cristóbal Ecatepec”, “De la librería de Ecatepec”. La lectura ha jugado un papel importante en la historia de México, aunque no se deja ver a simple vista.
La misma idea de Nación se construyó en base a la lectura de periódicos de todo tipo, las novelas y la poesía. Así que no queda tan malparada la lectura como actividad humana con consecuencias sociales benéficas. Del periodismo de combate o ideológico o doctrinario, surge el periodismo industrial y luego el periodismo cultural.
Este se hacia siguiendo los postulados horacianos, es decir, escribir bien y entretener sanamente, buscar una instrucción, una ilustración de los lectores. Desde las primeras secciones culturales y suplementos la misión siempre ha sido la misma: crear lectores, construir una opinión pública cultural tolerante. Son la parte inteligente de los periódicos.
El primer periódico cultural, La Tinta Suelta, del periódico ACONTECER, semanario que ha sido mi escuela de periodismo. Con el suplemento hemos recibido algunos reconocimientos a nivel nacional y regional, es decir, que hemos puesto a Ecatepec en el mapa de los suplementos culturales de México.
En este municipio existen 12 bibliotecas públicas. Y más recientemente, el nuevo gobierno invirtió 3 millones de pesos para la creación de más de 70 libros clubes. Esto es un ambicioso programa de fomento a la lectura en zonas marginadas. El objetivo es acercar los libros a los vecinos, sean niños, jóvenes o personas de la tercera edad.
2.- Nuevas formas de exclusión cultural en las ciudades letradas.
En mi opinión es también un mito eso de que los mexicanos no lean. Pero más que un mito es un fantasma cultural destructivo. Esta es una nueva forma de colonialismo cultural; sostener que en México somos muchos y que la mayoría no lee, y por tanto, que la cultura y la lectura es privilegio de unos cuantos.
Anteponen la posición económica al disfrute de la cultura. Así quien lee es un ser privilegiado o es visto como marciano entre analfabetas, una nueva forma de exclusión, de desigualdad cultural bastante vergonzosa; es una negación plena del derecho a la cultura.
La presencia de un gran déficit de lectura nacional: 2.5 libros al año, no implica el abandono del hábito de la lectura.
Por muchos siglos la humanidad fue analfabeta. El invento de la escritura, la imprenta y el periodismo han socializado la práctica de la lectura. Esta era antes de otra forma y pertenecía a las minorías del poder: sacerdotes, gobernantes y consejeros.
Las sociedades son ciudades letradas, no nacen leyendo, pero se construyen precisamente leyendo. Ante esta minoría cada vez más grande hay una masa pasiva de lectores disfuncionales, las personas que saben leer pero no lo hacen. Parte de esto se debe a la competencia de la información electrónica.
“Como los medios mismos se han tenido que actualizars con el advenimiento de las nuevas tecnologías, los periodistas que cubren el área cultural deben encontrar nuevas estrategias para competir con los medios audiovisuales y el área considerada entretenimiento. Tomar una actitud activa ante el mundo cultural a relatar, usar técnicas de estilo literario, encontrar nuevos enfoques para noticias ya contadas, generar un abanico de posibilidades para el periodista que, con un poco de audacia, podrá transmitírselo al lector.
Porque más allá de la simple crítica o cobertura, el mundo cultural ofrece ilimitadas oportunidades y es esencial que el periodista recuerde o refuerce su carácter de reportero y entrevistador para ofrecerle un valor agregado al público con una cobertura periodística con vuelo literario. ¡Nunca subestime la curiosidad del lector!”
La lectura en una sociedad democrática.
¿Hay una relación entre el nivel de lectura de una sociedad y su vida democrática? Entre mejores lectores seamos, podremos intentar ser mejores electores y saber a quien elegir para que gobierne. Para que una sociedad democrática madura exista se requieren de ciudadanos lectores y de una sociedad civil lectora, participativa, no pasiva y no con anorexia mental, sin ganas de nada, desvitalizada.
Cada día se hacen muchas acciones a favor del libro y la lectura pero todavía no se llega a considerara un artículo de la canasta básica, un bien cultural.
Se sigue creyendo ideas bastante erróneas de lo que es la lectura como la de no tener tiempo considerando por tanto que es una perdida de tiempo en sí misma. No se le considera un placer, o lo que esta gente cree que es el placer, ni como un espacio de libertad individual, de crear mundos imaginarios en cada nueva lectura o con un autor diferente.
Pero se están implementando nuevas formas de venta de remate como sucedió en el auditorio nacional, las ventas nocturnas del FCE, las ventas de bodega de la UNAM, diversas ferias del libro en todos lados. Aunque estas ventas son para que los libros no sean triturados; es su última vista pública.
“El fomento de la lectura y el libro es fundamenta para una democracia. El ciudadano lector es un individuo mejor informado, más libre y con más instrumentos para poder hacer frente al mundo que le rodea. Es necesario poner todos los medios posibles para situar al libro y la lectura en el centro de las políticas culturales.”, afirma Rogelio Banco Martínez, Director General del Libro.
Para el periodismo cultural, el promover, defender y fomentar el hábito de la lectura es uno de sus principales pilares no solo de editoriales grandes, comerciales o extranjeras sino también de las casas universitarias y de las ediciones independientes.
Hay un vínculo entre los suplementos culturales como ventanas al mundo y la lectura, como enriquecimiento de la experiencia humana, de conocer otras cosas, alimentar la imaginación y de gozar con lo que estamos leyendo.
Van de la mano la existencia de los libros y el periodismo cultural porque primero se informaba sobre la aparición de determinados libros y seguramente de las listas de libros prohibidos. Posteriormente fueron los escritores quienes redactaban los periódicos, ellos eran aficionados a las letras. Tardaría un poco más para la aparición del primer suplemento cultural y de los periodistas culturales.
El futuro del periodismo cultural regional.
El periodismo cultural distingue a cualquier medio impreso del mar de publicaciones que existen, sean periódicos metropolitanos o pasquines regionales. Y el suplemento cultural se convierte en un amigo semanal de los lectores, cada edición les informa del quehacer cultural más reciente, proporciona análices más profundos de fenómenos culturales y noticias de las últimas novedades editoriales. Los editores se dan cuenta que el día en que venden más es cuando aparece el suplemento cultural.
Aunque argumentan que no es rentable, el suplemento cultural le gana muchos lectores a todo el periódico y es además un regalo para ellos.
Estas publicaciones junto con las revistas literarias, la bibliotecas y las ferias del libro, o mesas redondas sobre las revistas culturales o el programa de para leer en libertad, donde se dejan libros en las bancas de los parques y otras formas novedosas son canales que posibilitan el fomento al hábito de la lectura y de revalorización cultural del libro.
También es una acercamiento asistir a las presentaciones de libros, escuchar noticieros culturales, sea en la radio universitaria o en la televisión comercial, participar en los seminarios internacionales o en los homenajes nacionales de los escritores considerados vacas sagradas o de alguna generación de importancia, porque uno ve más de cerca los momentos estelares de los protagonistas de la República de las Letras, con sus virtudes y también con todos sus vicios.
Pero la forma más fácil de hacer lectores es con una biblioteca en la casa, con que los hijos vean a sus padres leer ellos mismos encontrarán lo valiosos que hay en ellos y adoptaran el hábito de la lectura.
El periodismo cultural tiene como misión informar sobre el quehacer cultural, crear un canon y ser un espacio público. En cuanto al fomento a la lectura se considera indispensable la promoción de las novedades editoriales que circulan en el mercado de los libros en México.
“Ya hemos reflexionado acerca de la importancia de la notoriedad que nuestros libros obtengan en los medios de comunicación. Un libro al que no le hayamos conseguido otorgar un mínimo de resonancia pública será como un huérfano, abandonado a su suerte en el marasmo de la librería. Algunos afirman malévolamente que las librerías son el mayor orfanato del mundo dado el número de huérfanos que cobijan; libros solitarios que están condenados al más triste de los destinos, a la devolución y destrucción o saldo.”, explica el editor Manuel Pimentel.
Es una alianza necesaria. “Entre las editoriales y los medios de comunicación se establece una conveniente simbiosis para las dos partes; los medios de comunicación reseñan los libros y las editoriales desproveen de historias que contar y personajes a los que entrevistar. Pero, aunque los dos ganemos, no se nos puede olvidar a las editoriales que anualmente tenemos que presupuestar una partida para publicidad. Esto, todavía nos lo agradecerán más.”
Actualmente se critica a los suplementos culturales por estar dominados por egresados de la carrera de sociología o de que son solo boletines de las grandes editoriales. Pero eso nos es cierto, también se da espacio a las editoriales emergentes y a las revistas independientes. No hay que olvidar que hay gustos y la crítica literaria casi siempre se basa en opiniones bastante subjetivas de los periodistas.
Desde su inicio como sección cultural La tinta suelta comenzó la reseña de libros, ésta se hace según los gustos del editor, que no siempre agradan a los autores o lectores. Y a pesar de su limitado tiraje y reducido territorio de circulación ofrece gran calidad en su información cultural. Lo que le ha ganado la atención de sus lectores por muchos años.
Aunque hay una crisis del periodismo regional y por ende del espacio dedicado al periodismo cultural, éste seguirá vigente por mucho tiempo. Donde se cierra una puerta, se abre otra oportunidad de hacer otra publicación mucho mejor y de mayor calidad informativa que intente cubrir las necesidades informativas de los nuevos lectores, que son los últimos jueces de cada publicación cultural.
“Es aquí dónde el periodismo cultural en las urbes desempeña una tarea muy estratégica, pues a través de la difusión de la cultura tiene la facultad de humanizar a los ciudadanos desde otras bases artísticas y humanísticas que no sean las de la feroz acumulación de capital. Es decir, al permitirnos el periodismo cultural mantener contacto con la literatura, la música, el arte, la escultura, la danza, el canto, la pintura, la reflexión, etc, nos permite tener un panorama diferente para re-inventarnos o re-crearnos como seres humanos de manera distinta, para dejar de repetirnos en el terreno de la producción económica e imaginarnos como seres desde otros parámetros más elevados de humanización.”, dice el doctor Javier Esteneu, en su ensayo El periodismo cultural en las grandes ciudades..
Esperamos mejores tiempos para el periodismo; que lo dirijan periodistas y no empresarios que sólo buscan la ganancia, la desinformación y profundizar más las desigualdades sociales. Para eso se necesitan periodistas que sean buenos lectores, preparados y convencidos de la misión informativa y cultural que tiene para el progreso de la sociedad.
Perfil profesional
Juan Pablo García Vallejo es egresado de la Licenciatura de Sociología de la ENEP ACATLAN de la UNAM.
Fundador de la revista contracultural La Guillotina, en 1983.
Articulista del periódico Acontecer desde 1989, que se edita en Ecatepec, desde 1985.
Coordinador del suplemento cultural, La Tinta Suelta1992-2008.
Creador de la sección informativa Noti-SIDA.
Premio Nacional de prevención en VIH / SIDA, en 1993.
Reconocimiento al Periodismo Cultural Regional Fernando Benítez, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en 1998.
Autor del libro La Sociedad Gandalla, De la utopía a la distopía. 2001
Del ensayo ¿Qué ha sido de la cultura urbana popular en la última década? Expresiones de cultura popular en Ecatepec”, publicado por el Museo Nacional de las Culturas Populares, en 2003.
Reconocimiento de Periodismo Nacional Rosario Castellanos, del Club de Periodistas Filomeno Mata, en 1994.
Director de la Gaceta Cannábica, periódico cultural sobre la planta amiga, 2005.
Periodista cibernético de la Agencia de Noticias Independiente de Ecatepec de Morelos, 2008.
Reconocimiento a su labor periodística en contra de la discriminación, el ejercicio de la tolerancia y la diversidad, 2008.
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