Diario de Ecatepec: Fuentes históricas para el estudio de Ecatepec

* Tiene una historia milenaria muy rica.
* * Siempre ha sido una región clave.
* * * Surge una nueva generación de historiadores de la patria.

Juan Pablo García Vallejo

Ecatepec de Morelos de los Más Pobres, Edomex, Octubre 26 (Cultura).- Desde inicios de octubre se está desarrollando el Seminario Ecatepec a través e la historia, impartido por la maestra María de Guadalupe Suárez Castro y el antropólogo social Ismael Mejía Hernández, en el Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos.

En la cuarta sesión de trabajo se trató del estudio de las fuentes históricas de Ecatepec antes de la llegada de los españoles. El municipio de Ecatepec de Morelos, cuenta con una historia milenaria, con bastantes documentos desperdigados o a los que sólo tienen acceso los especialistas en arqueología, de historia regional o de la historia desde abajo.

Con este seminario sobre la historia de Ecatepec se está formando una nueva generación de investigadores y, al mismo tiempo, de difusores de la historia de esta localidad en actividades de extensión académica como esta.

Esto nos plantea el reto de que la historia de Ecatepec está por escribirse. Aunque hoy, parte de esta historia la realizan los miembros del Centro de Estudios de Mesoamérica (CEM) a cargo de la antropólogo Asunción García Samper, en Tulpetlac, de algunas actividades de la Academia de Historia y Cultura de Ecatepec, que publica su hoja suelta de Efemérides mensuales y que se distribuye gratuitamente en el Museo Puente del Arte. Bueno, esto es lo que sé hasta hora.

Y también está por re-escribirse y de forma no lineal, ya no de forma aislada, a cuenta gotas, con artículos académicos muy esporádicos, el trabajo constante de los cronistas municipales de los pueblos originarios Santa María Chiconautla, Santo Tomas Chiconautla, San Cristóbal Ecatepec, Santa Clara Coatitla, Santa María Tulpetlac, San Pedro Xalostoc, para mantener viva la historia patria y revalorar la identidad y pertenencia cultural ecatepense frente a las amenazas que plantea el acelerado, caótico y distópico proceso de urbanización de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) y la homogeneización globalizadora propuesta por el pensamiento único.

Estos investigadores toman como punto de partida la consideración de varias fuentes históricas, tanto el entorno natural, los restos arqueológicos, los documentos, los datos etnográficos, la iconografía de los siglos XVI y XVII. El entorno natural porque según Ismael Mejía tiene una relación directa con el desarrollo social y cultural.

Ecatepec está en una posición estratégica, clave, de entrada al Valle de México. Por esta posición geoestratégica Ecatepec va a tener una relevancia durante todos los tiempos y, también, por su industria de la sal desde tiempos prehistóricos. Lo que le posibilitó entrar en el comercio interregional, nunca estar aislado y no haber sido cuna de alguna cultura en específico, pues siempre se asimiló y adaptó a distintos dominios políticos.
En cuanto a los restos arqueológicos, en Ecatepec se han realizado recientemente diversos rescates arqueológicos de mega fauna como el encontrado en los Ejidos de San Cristóbal, en 1995, los encontrados en el pueblo de Guadalupe Victoria, en 1997, y en otras regiones cercanas como Santa Lucía, en 2003.

Para conocer la forma de vida se tiene que tener en cuenta el trabajo de Williams Sanders, pues realiza un mapeo de las aldeas prehispánicas. Y otra investigación realizada por Paul Toltoi. En México se ha preferido el rescate arqueológico monumental que el no monumental, lo que explica la escasa cantidad de investigación en Ecatepec.

La compilación realizada por Raúl García, Manuel Gamboa y Nidia Vélez, el libro del arqueólogo Humberto Domínguez Chávez, Arqueología de superficie en Ecatepec, en 1978. Estas investigaciones nos dicen que hay cerca de 170 lugares con evidencias arqueológicas, para el año de l970, muchas de ellas ya habían desaparecido con la construcción del fraccionamiento Izcalli Ecatepec. Para 1990, quedaban sólo 17 lugares arqueológicos en San Juanico, Coacalco y Ecatepec. Esta es información para especialistas.

De acuerdo al antropólogo Mejía Hernández las fuentes históricas primarias para conocer Ecatepec en víspera de la llegada de los españoles son los códices prehispánicos, que pueden ser de antes de la Conquista y escritos posteriormente. Entre ellos se encuentra el Códice Xolotl, La Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, el Códice Mendocino y el Códice Chimalpopoca.

La consulta de estos códices prehispánicos es indispensable para los que trabajan la región e Ecatepec y deben consultarlos.

En este momento de la sesión surgió la discusión sobre la existencia posible de un códice prehispánico en el pueblo de San Isidro Atlautenco. La maestra María de Guadalupe afirmó que no podía afirmar si existía tal documento; comentó que fue escrito en el siglo XVI. Un asistente comentó que de ser cierto, ese códice se hizo por gente que tenía dinero, así justificaban o comprobaba la propiedad de su territorio. Y que lo cuidan mucho y por eso no permiten que se conozca.

Hay muchos documentos que se han utilizado en conflictos por las tierras sea de las comunidades indígenas con los hacendados, entre las comunidad indígena y otra y de una comunidad indígena con las autoridades del gobierno, agregó la especialista.

En los códices señalados se encuentran breves referencia a Ecatepec de 3 o cuatro renglones o a veces el topónimo de Ecatepec.

En el Códice Xolotl se hace una genealogía de los señores chichimecas, está dividido en 10 láminas, se describe los conflictos con los otomíes de Xaltocan. Este ha sido re-editado por la UNAM en 1980. Mientras que La Tira de la Peregrinación o Códice Boturini es importante porque se conoció hasta el siglo XVIII por Lorenzo Boturini.

Narra la peregrinación del pueblo azteca desde su salida de hasta la hasta la fundación de Tenochtitlan, el 18 de julio de 1325. Entres de sus ilustraciones trae su paso por Acalhuacan, Ecatepec, Coatitla a comienzos del siglo XIII. Los aztecas no migraban erráticamente, de aquí para allá, buscaban la señal divina dada por su dios Huitzilopochtli del águila comiendo una serpiente. Sin antes pasar humillaciones y persecusiones.

Se da como referencia que los cinco últimos tlatoanis de Ecatepec estaban emparentados o vinculados directamente con la nobleza mexica de Tenochtitlan. El primero de ellos fue un niño llamado Chimalpalli; luego asesinaron a Tezozomoztin el rey tepaneca de Azcapotzalco; posteriormente está Matlacahuatl; después Chimalpalli II y finalmente Diego de Alvarado Huanintzin y que también gobernó Tenochtitlan. Un gobernante muy destacado entre los indígenas.

El Códice Mendocino, llamado así porque fue mandado hacer por el primer virrey que tuvo la Nueva España, don Antonio de Mendoza, está divido en tres partes, la primera, cuenta la sucesión de los gobernantes mexicas desde Tenoch, junto con los topónimos de los pueblos sojuzgados por los aztecas. En el segunda parte se refiere a los tributos que estas poblaciones tenían que pagar a Tenochtitlan, y en la última parte, hacen mención de cosas de la vida cotidiana en la sociedad azteca. Y es precisamente la cuestión tributaria que interesó a Mendoza para que ordenara hacer este códice.

Por ultimo el Códice de Chimalpopoca, no es un códice ni es de Chimalpopoca, subraya enfáticamente la Maestra María de Guadalupe. Se trata en todo caso de dos textos bien distintos, los Anales de Cuauhtitlan y la Historia de los soles.

También se encuentra la historiografía indígena del contacto escrita por sacerdotes como Fray Bernardino de Sahagún los Memoriales, Historia General de la Nueva España, el Códice Florentino; Fray Diego Duran con Historia de las Indias e Islas de Tierra Firme; Fray Juan de Torquemada con la Monarquía Indiana. Y Fray Toribio de Buenaventura con Historia de los indios de la Nueva España.

Estos libros fueron escritos porque los sacerdotes lo hicieron justo en el tiempo del contacto entre las dos culturas. Tenían que conocer las costumbres de la sociedad indígena para enseñarles la religión y combatir la idolatría.

Por ejemplo los informantes de Fray Bernardino de Sahagún fueron jóvenes nobles indígenas que estudiaban en el Colegio de Santiago Tlatelolco como Antonio Valeriano de Azcapotzalco, Alonso Bejarano de Cuauhtitlan, Martín Jacobite y Andrés Leonardo de Tlatelolco.

Algunos de los códices y libros de historiadores españoles y libros más recientes sobre Ecatepec de Morelos fueron mostrados a los asistentes a este seminario.

Y también existe la historia de tradición indígena de síntesis, es decir, son más bien historia general. Son obras escritas por nobles indígenas como la Relación de Texcoco de Juan Bautista Pomar, la Crónica Mexicayotl de Hernando de Alvarado Tezozomoc,
Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan de Domingo Francisco Chimalpain
y los diversos libros de Fernando Alva Ixtlixochiltl.

La investigación arqueológica de Ecatepec tiene tres etapas. La primera en los años 1940, cuando el antropólogo Wilfrido Du Solier hace un reconocimiento de la pintura rupestre que está dedicada a la advocación de Quetzalcóatl, Ehécatl, dios del viento. Esto se presentó como una conferencia y luego se publicó en la Revista Mexicana de Antropología. También realizó estudios sobre la cerámica producida en Ecatepec en distintas etapas de su historia.

La segunda es el mapeo de los lugares arqueológicos hecho por el antropólogo norteamericano Williams Sanders, en los años 1960. Y el estudio de Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español. 1521. O el libro de Pedro Carrasco Estructura Política de la sociedad azteca.

Ya recientemente están como fuentes las diversas tesis de doctorado y licenciatura que se han escrito desde la etnología, la antropología física y social y la historia. Pero que en opinión del antropólogo Ismael Mejía repiten muchos vicios al repetir sus fuentes, quedándose muy lejos de la arqueología no monumental que es muy escasa para el México prehispánico.

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Fuentes históricas para el estudio de Ecatepec

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