Ecatepec en el caótico México independiente

Resintió el impacto de la inestabilidad política y sufrió el despojo del 50 % de su territorio.

La modernización porfirista introdujo el ferrocarril y su ambiente rural se conoció por cromolitografías.

Por Juan Pablo García Vallejo

Ecatepec de Morelos de los Más Pobres, Méx. Dic. 8.- Ya comenzando la recta final del Seminario “Ecatepec a través de la historia”, se abordó la época del México independiente, en la que Ecatepec resintió la vida caótica y conflictiva de la primera mitad del siglo XIX y luego enfrentar una intervención y la instauración del imperio de Maximiliano. Es una constante la inestabilidad política por las pugnas entre centralistas y federalistas, liberales y conservadores. Esta plática fue ofrecida por el maestro Héctor Navarrete del Centro Universitario Dr. Emilio Cárdenas y el ingeniero José Luis Gutiérrez Zavala, de la Asociación de Amigos de la Casa de Morelos, en el Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos.

Es en el México independiente en el que se crea el Estado de México, en 1824, se erige el municipio de Ecatepec y cómo éste perteneció por algunos años al recientemente creado Distrito Federal, durante uno de los gobiernos de Santa Ana.

El cambio en las actividades productivas de los pobladores con la llegada del Ferrocarril Mexicano que comunicó esta región con el Golfo de México y la frontera norte del país, brindó rapidez, comodidad y seguridad en el transporte. Había recurrentes ola de bandidajes. Y la construcción del Gran Canal del Desagüe como una magna obra hidráulica de la modernizadora paz porfiriana.

El México independiente es único en toda la historia de la humanidad debido a que se experimentaron diversas formas de gobierno sin saber bien a bien cuál era el ser de México. Se pasó de la Monarquía a la República, de un régimen federalista a un centralista, pugnas entre liberales y conservadores, etc. Asonadas, golpes de estado, presidencias interinas, provisionales. Por lo que México se encontraba en una tensión y convulsión política constante.

Estos acontecimientos nacionales repercuten también en Ecatepec, por ejemplo, por varios días San Cristóbal Ecatepec padeció la amenaza de la revuelta santanista en 1832 para derrocar al gobierno de Manuel Gómez Pedraza, es una de sus aventuras hacia la presidencia. Para 1938, México tiene que enfrentar la primera intervención francesa en la conocida Guerra de los Pasteles. En este tiempo se da la independencia de Texas y comienzan las intenciones expansionistas norteamericanas que llevaran a la guerra en 1847, en la que México pierde más del 50% de su territorio.

Esta pérdida territorial también se aplica en la conformación del Estado de México pues cede territorio para la creación de los estados de Guerrero, Morelos y el propio Distrito Federal. Y en Ecatepec, se desmembran de su territorio lo que hoy son los municipios de Tecámac y de Coacalco.

Hacia el año 1848, Ecatepec pierde una oportunidad de haber tenido otro derrotero histórico y económico porque se cambia la capital del Estado de México a Toluca, y por un tiempo pertenece al Distrito Federal y regresará a dominio mexiquense hasta 1898.

En el año de 1957, el gobernador del estado, Manuel Riva Palacio, ordenó confeccionar una estatua del General Morelos, pero por la inestabilidad del país no pudo ser colocada en la Casa de Morelos; esa inestabilidad era nada menos que el inicio de la Guerra de Reforma.

En 1861, el presidente interino Juárez ordena a sus soldados combatir a los conservadores en San Cristóbal Ecatepec, porque ya se encontraban muy cansados y era fácil su derrota. Pocos años después, Porfirio Díaz pasará por este lugar para ir a combatir a los capitanes monárquicos Mejía y Miramón, que apoyaban la imposición del emperador Maximiliano de Habsburgo.

Para 1866, comienza la construcción de Gran Canal del Desagüe. En 1869, el presidente Benito Juárez inaugura el primer tramo Puebla –México del Ferrocarril Mexicano, con una gran fiesta de toda la comitiva presidencial.

Hay una ola de protestas y presiones para Juárez por el asalto a una diligencia inglesa en la zona norte del Valle de México. El Ferrocarril a Veracruz fue inaugurado en 1872 por el presidente Sebastian Lerdo de Tejada.

Como todos los lugares de interés del mundo, en este siglo, son conocidos a través de los grabados y fotografías, Ecatepec será conocido a través de cromolitografías hechas por el artista Casimiro Castro, en 1856, cuando plasma la Villa y Sierra de Guadalupe desde las alturas de un globo aerostático; en otra, dibuja la zona de la Hacienda del Risco y el paso del Ferrocarril Mexicano por el lecho seco del Ex Vaso de Texcoco, publicada en 1872. Se incluyen descripciones de la geografía ecatepense y sus desventajas por el suelo salitroso.
Antes había ilustrado la novela Antonino y los misterios del mundo, que se desarrolla en los alrededores de esta zona montañosa. Para el año de 1877, Ecatepec es elevado a la categoría de Villa y se le agrega el apellido del prócer insurgente, Morelos.

Poco después en la magna obra México a través de los siglos, Vicente Riva Palacio incluye la litografía Panorama de San Cristóbal Ecatepec, un paisaje donde se aprecia aún su atmosfera rural.
En 1880, el periodista Manuel Rivera Cambas escribe en el periódico El Combate, sobre la aplicación de la ley fuga a unos asaltantes de diligencias en el pueblo de Tulpetlac. Y también escribe una crónica turística de Ecatepec en su libro Viaje a través del estado de México, editado por Mario Colín.

Para 1898, Ecatepec regresa al dominio territorial del Estado de México.

Por su parte José Luis Gutiérrez Zavala, habló de las diferentes desmembramientos o segregaciones territoriales que tuvo Ecatepec en el siglo XIX, primero cuando se erige el municipio de Tecámac, en 1925, y luego con Coacalco, en 1864, perdiendo el 50 por ciento de superficie.

Para 1875, Tlalnepantla se adjudica el pueblo de Tulpetlac, Santa Clara y Hacienda del Risco, sólo regresa los primeros poblados quedándose con la hacienda. Se evita la pulverización de Ecatepec. La erección del municipio, en 1877, va a ser un reforzamiento para sus actividades productivas.

Y en 1889, el geólogo y naturista Guillermo Beltrán y Puga publica su Reseña geológica de la Sierra de Guadalupe, donde analiza sus características geológicas y de los suelos, la composición de los cerros y describe la producción de sal de los pobres pobladores de Jardines de Morelos.

Una excelente noticia es que los organizadores del seminario “Ecatepec a través de la historia”, el antropólogo Ismael Mejía y la maestra María de Guadalupe Suárez, están distribuyendo su libro cibernético como resultado del Ciclo de Conferencias Arqueológicas en el Primer Festival Cultural de Ecatepec 2007, organizado por los vecinos ecatepecanos, y que fue presentado hace unos días en la Universidad Insurgentes, en los Indios Verdes. Con este libro posmoderno comienza una nueva redifusión de la historia y el patrimonio cultural de Ecatepec Morelos de los Más Pobres.

La próxima sesión trataremos el siglo XX y como Ecatepec vivió un cambio radical al pasar de un pueblo rural, rulfiano y bucólico, a formar parte de la periferia de la ciudad de México, como un municipio dormitorio, carente de servicios urbanos, seguridad pública y cómo llego a convertirse en el municipio más poblado de México debido a este acelerado proceso de urbanización y ser considerada una ciudad.

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