Diario de Ecatepec: Historia sucinta de la Casa Real del Desagüe / Casa de los Virreyes / Casa de Morelos

Fue posta del Real Tribunal del Consulado en el Camino Real.
Luego sede de poder para el cambio del bastón de mando.
El fusilamiento de Morelos, la convierte en museo de sitio.
Hoy es más que un centro patriótico que debe cuidarse.

Juan Pablo García Vallejo

Ecatepec de Morelos de los más Pobres, Méx. Dic. 16. En muchos libros y documentos que tratan la Historia de Ecatepec se dice sin mucha preocupación que la Casa Real del Desagüe es un edificio del siglo XVIII; esta afirmación resulta ser del todo falsa si se reflexiona un poco más.

Hay que analizar primero quién la mandó construir; el Real Tribunal del Consulado y las funciones que tendría que prestar, supervisión del tránsito de mercancías que entraban y salían a la ciudad de México, y por tanto, su construcción dataría de inicios del siglo XVII, en el año de 1600.

Ahí se realizaba “el cobro y la administración de los impuestos mercantiles llamados alcabalas; los cuales eran dedicados a la edificación del canal y del túnel de Huehuetoca.” Y hay que decir que de estas Casas del desagüe se construyeron tres, una en Tecamac y otra en Huehuetoca, pero sin la importancia y prestigio en la escena política y religiosa que tendría la de Ecatepec en distintas etapas históricas.

Decimos que la Casa Real del Desagüe es más antigua por que hay otra razón más contundente y por el que se infiere que medio siglo después, en 1653, la Casa Real del Desagüe será convertida en centro de poder, al ser escogida por las autoridades virreinales del momento para que fuera desde este año el sitio para la realización de la ceremonia real del traspaso del bastón de mando entre el virrey entrante y el virrey saliente, por cerca de siglo y medio de la época colonial.

Mucha gente se pregunta ¿Por qué se escogió la Casa Real del Desagüe en Ecatepec para hacer la ceremonia de traspaso…? De acuerdo al cronista de Tulpetlac Leonardo Muñoz López se construyó una posta para que el Real Tribunal del Consulado controlara el paso de una gran diversidad de mercancías a la ciudad de México. Y también contaba con cualidades físicas: “La posta de Ecatepec, sin embargo, por su ubicación geográfica y por la bondad de sus recintos, empezó a convertirse en el último punto en el que solían pasar la noche anterior a la llegada a su último punto, la urbe capital de la Nueva España”. Era una de muchas postas del Camino Real de Tierra Adentro.

La Casa de los Virreyes tenía que ser un recinto muy bueno para que pasaran cómodamente algunas horas los nuevos gobernantes.

Pero para entender el lugar de la Casa Real del Desagüe y de Ecatepec en toda la vida novohispana vayamos a sus inicios. Vamos a ver que era el Virreinato de la Nueva España, que se funda en el año de 1535, 16 años después de la caída de México-Tenochtitlan y cinco de la aparición de la Virgen de Guadalupe, como mito fundacional de la nueva nación. El virreinato es la forma de gobierno oficial, aunque se mantiene la República de indios como alianza estratégica de la nobleza indígena y garantizar la dominación política y explotación económica, sumándole la evangelización como conquista espiritual. Este larga forma de gobierno duro tres siglos, de 1537 a 1821, con 62 virreyes.

Ahora vamos a ver quien era el virrey y cuáles eran sus funciones. El virrey tenía muchas facultades y atributos delegados por la propia Corona Española: además de ser el representante del rey de España, tiene los cargos de Gobernador General del Reino, Presidente del Ayuntamiento y Presidente de la Real Hacienda. Es en suma, el máximo jefe ejecutivo, para tomar decisiones prontas, designa a los alcaldes mayores y corregidores y administra los fondos públicos. La llegada de cada nuevo virrey era todo un acontecimiento social, tanto para los funcionarios reales como el pueblo en general.

“El virrey era escoltado por una tropa de caballería con clarines y estandarte, acudían también a celebrar su llegada las autoridades y gobernadores de indios de los pueblos cercanos, que se preocupaban por tener el camino barrido y adornado con flores. Un gran número de indígenas con sus atuendos de gala y plumas multicolores, acompañaba a la escolta en cada ciudad, interpretando música con tambores y chirimías. Las diversas recepciones eran a su vez celebradas con corridas de toros, peleas de gallos, juegos de cañas y comidas locales.”, nos dice el texto La fiesta en la Nueva España.

Cuando se daba una buena actuación durante el mandato se les premiaba para ejercer la misma función en el virreinato del Perú, y podían tener consecuencias desagradables para el gobernante si tenía una mala administración. Durante 302 años de dominio español hubo 63 virreyes en la Nueva España, hasta la Independencia de México en 1821.

Para la microhistoria ecatepecana nos interesa saber que en 1653, durante una de las muchas ceremonias oficiales de cambio de bastón que suceden en Ecatepec comienzan con la visita del vigésimo primer virrey Luis Enríquez Guzmán, Conde de Alba de Liste, a San Cristóbal Ecatepec para entregar el bastón de mando a su sucesor al vigésimo segundo virrey de la Nueva España, Don Francisco Fernández de la Cueva el Duque de Alburquerque, quien gobernó de 1653 a 1660. Desde este año San Cristóbal Ecatepec es el sitio de la transmisión del poder virreinal o de cambio de poder. Los gobernantes iban después al Convento de San Francisco a comer y a pasar la noche antes de hacer su entrada en la ciudad de México. Se convierte en centro de poder durante 139 años.

Hay dos sucesos que alteran la vida de la Casa de los Virreyes, su abandono porque inesperadamente el día 19 de octubre de 1789, se decide por orden del virrey Revillagigedo que éste recinto real deje de ser el sitio para el cambio de gobierno y sea la Villa de Guadalupe. Se deja a su suerte su conservación. Y el año siguiente ocurre otro suceso que es importante tomar en cuenta porque se crea el primer museo en México, pero que verá dificultado su vida cultural por la rebelión independentista. Es decir su futuro protector patrimonial.

La aprensión del general Morelos, genio de la insurgencia, se cruzará inesperadamente con los avatares históricos de Ecatepec. “Era tanto el miedo y el odio que le tenían, que el virrey Calleja dispuso que fuera fusilado en un paraje público, para que su muerte sirviera como “útil escarmiento” a los demás insurgentes, para que provocara un “pavor saludable” en todos aquellos que peleaban por la independencia.”, explican los historiadores José Manuel Villalpando y Alejandro Rosas.

Otras muchas gentes se preguntan ¿Por qué se escogió Ecatepec para fusilar a Morelos? Pues porque estaba lejos de la ciudad de México y esa lejanía evitaría disturbios. “Calleja había dispuesto las cosas de modo que nadie supiera el día, hora y lugar en que Morelos sería ejecutado”, dice Armando Fuentes Aguirre en su reciente libro La otra historia de México.

El día 22 de diciembre, a las 15 horas luego de ser fusilado Morelos a las afueras de la Casa de los Virreyes, este inmueble civil paso a ser conocida desde entonces como la Casa de Morelos, y para el México independiente representa un centro patriótico y símbolo nacional para el aprendizaje de la historia. En honor de este héroe se han confeccionado monumentos, un cenotafio y una exedra y bautizado infinidad de lugares y recintos educativos, ecológicos y culturales que están en diferentes partes de Ecatepec.

Para 1834, se crea el Museo Nacional de Historia (MNH), que será el encargado inicial de cuidar la Casa donde pasó sus últimas horas el Siervo de la Nación, pero será reducida su vida porque la parálisis cultural de ese entonces lleva a detener sus funciones. Se convertirá con el tiempo en un importantísimo monumento histórico nacional.

Se considera como Museo de sitio desde 1860 cuando las autoridades del MNH deciden rehabilitarla para rememorar y conmemorar los héroes insurgentes, la Casa de Morelos es uno de los escasos ejemplos en que un edificio civil se convierte en museo, aunque hay diversas variantes para cumplir los objetivos de un museo. Se coloca un monumento a Morelos en 1864 del ingeniero Carlos Villada, financiado con recursos de los trabajadores camineros, según el trabajador del tiempo Ángel Chopin. Se colocó enfrente de la Casa de Morelos, donde hoy está la Farmacia La Hormiga, y que luego fue destruida, cuenta el ingeniero José Luis Gutiérrez Zavala.

Y para el inicio del siglo XX se realiza un reacondicionamiento de la Casa de Morelos por el MNH. Dos años después, en 1902, el día 12 de diciembre, aparece un decreto que afirma que la Casa de Morelos pasó a formar parte del patrimonio inmobiliario nacional. Y le favorecerá los próximos festejos del centenario de la Independencia. Hay que saber qué es un monumento histórico: Carlos Vázquez Olvera nos dice que “En México al igual que otros países del mundo, la mayoría de los inmuebles que albergan a los museos han sido edificados para fines totalmente diferentes a éstos (tanto edificios antiguos como modernos). La mayoría son considerados monumentos históricos, es decir edificios construidos entre el siglo XVI y XVIX, que por su larga vida “son testimonio de una etapa histórica, de un hecho o de un personaje, región o localidad, o bien que haya sido útil para el desarrollo de una comunidad. Así, se considera monumento lo que es característico y tradicional en una comunidad, por modesto que sea, no únicamente lo grandioso”, dice en el Manual de mantenimiento de monumentos históricos, del INAH.

Para el año de 1905, la Casa de Morelos que dependía de la administración del Museo Nacional de Historia, pasa a la jurisdicción de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes creando en museo un lugar que se convirtió en un centro patriótico por sí mismo. “El inmueble en un principio fue considerado un museo de sitio, aunque por las condiciones de deterioro y abandono en que estaba la mayor parte del tiempo permaneció cerrado.” nos dice el ex director de la Casa de Morelos, Cupertino Reyes Vargas.

No está por demás subrayar cual es el objetivo social y cultural de un museo porque entonces tenían muy poco de haberse creado: “La imagen del museo como repositorio y escaparate de objetos valiosos, y como recurso oficial del aparato gubernamental que recurría a los testimonios tangibles para influir sobre la opinión de las personas y modelar el alma de los ciudadanos: los museos protegían el arte, concentraban la riqueza natural y ‘recobraban’ la historia, cumpliendo con su misión política de fomentar un sentimiento patriótico común en el pueblo gobernado”, afirma la doctora Luisa Fernanda Rico.

Y para los festejos del Centenario de la Independencia de México, la Casa del cura Hidalgo, en Dolores, y de Morelos, en Ecatepec, son rehabilitadas. La doctora Rico dice que es importante porque “no solo se reforzó el valor cultural de ambos personajes sino que se inicio una estrategia de preservación permanente de ambientaciones originales que se ha mantenido hasta nuestros días.”

En el año de 1912, se construye el monumento a José María Morelos y Pavón, obra realizada por el arquitecto Ramón López Lara y el 22 de diciembre de ese mismo año se hace la develación de dicho monumento colocado en el patio frontal de la Casa de Morelos.

Para el México del nacionalismo revolucionario, en el año de 1933, se declaran Monumentos Históricos Nacionales: la Casa de Morelos, la Capilla de San Juan, el Puente Colonial y el albarradón. Este mismo año, la Casa de Morelos pasa al cuidado a de la Secretaría de la de Hacienda y Crédito Público.

En la primavera de 1942, se filma la película El rayo del sur, dirigida por el director, productor y guionista Miguel Contreras Torres en terrenos aledaños al Albarradón y en los interiores de la Casa de Morelos. Contreras Torres fue un pionero del cine mexicano cuyas películas son referidas a temas históricos y religiosos.

En el año de 1954 por decreto presidencial será ratificado el carácter de Monumento Histórico Nacional y queda al resguardo de la Dirección de Bienes Nacionales.En tiempos más recientes, en 1960, se realiza una exposición sobre la Vida de Morelos. Luego padece un cierre temporal y suspensión de actividades. En 1970 reinicia actividades con la exposición sobre los Virreyes de la Nueva España y las obras del Real Desagüe del valle de México. Después sobreviene otro cierre temporal y suspensión de actividades.

Las cosas mejoran para la Casa de Morelos cuando en el año de 1982, este museo de sitio pasa a la jurisdicción del Centro Regional INAH del Estado de México, para que esta institución re-abriera este monumento histórico y fuera visitado así como tuviera el mantenimiento correspondiente.

En 19990, luego de ocho años se da la inauguración del Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos (CCECM), a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ubicado en el km 23.5 de la Antigua Carretera a Pachuca. Según el INAH el museo es también un Centro Comunitario cuya finalidad es la vinculación con la comunidad que le rodea a través de la cultura. El inmueble, decretado monumento histórico en 1933, se construyó en 1600. En este sitio se llevó a cabo el encarcelamiento y fusilamiento del general José María Morelos y Pavón, héroe de la guerra de Independencia de México, el 22 de diciembre de 1815.

“El museo tiene ocho salas, cinco para exposiciones temporales y tres para muestras permanentes con la siguiente temática. Celda de Morelos, Vida y obra de Morelos y Capilla abierta.”, señala Cupertino Reyes Vargas ex director de este museo.

Los servicios que se ofrecen al público son: Biblioteca, visitas guiadas a grupos escolares y asesorías gratuitas dirigidas a estudiantes, maestros y público en general sobre temas que exponen en el museo, así como de bibliografías.

En 1992, el CCE Casa de Morelos exhibe la exposición Vida, prisión y muerte de Morelos con la que inicia su función de museo y la pretensión de abrir nuevas salas en el futuro para la difusión de todo patrimonio histórico.

En 1995, es el lugar más adecuado para el traslado y exhibición de los restos fósiles de un mamut encontrado en la colonia Ejidos de San Cristóbal Ecatepec. La datación de estos restos fósiles es de 10, 500 años. El mamut forma parte de la mega-fauna que pobló la Cuenca de México y fue consumido por un grupo de cazadores-recolectores de forma carroñera cuando se empantanó en las playas lacustres.

Para 1989, el director de la Casa de Morelos, Cupertino Reyes, redacta la guía turística Centro Comunitario Ecatepec de Morelos. Y en el año 2000, en la ciudad de Toluca, durante la celebración de la Semana por el Patrimonio Cultural Mexiquense, para festejar la segunda década de existencia del Centro INAH Edomex, se presentó el libro Estado de México. El Centro INAH a veinte años, en el que se le dedica un capítulo al trabajo de difusión cultural del Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos, escrito por el director Cupertino Reyes Vargas y editado por el CONACULTA, el INAH, el Instituto Mexiquense de Cultura, El Colegio Mexiquense y la Universidad del Estado de México. Esta descripción del trabajo museístico sirve mucho a los que quieren conocer la historia de este centro patriótico y símbolo cultural de Ecatepec.

En 2004, se encontraron más restos fósiles prehispánicos aunque las investigaciones son lentas. En los últimos tiempos el Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos realizó el Seminario Ecatepec a través de la historia, el cual estuvo a cargo de la maestra María de Guadalupe Suárez Castro, del Colegio de San Ignacio de Loyola, y el antropólogo social Ismael Mejía Hernández del Festival Cultural de Ecatepec. Participó también José Luis Gutiérrez Zavala de Amigos de la Casa de Morelos, entre otros especialistas.

En este seminario se abordan cada una de las etapas históricas del municipio: la época prehispánica, el periodo virreinal (la conquista, la encomienda y las modificaciones territoriales) en su primera parte; la administración económica, política y religiosa, en la segunda; el siglo XIX, la independencia y la erección del municipio, mientras que en la segunda parte del siglo XIX se verán las contradicciones políticas, la economía y la categoría de villa; en el siglo XX, se tratarán las transformaciones económicas, políticas y sociales, los conflictos religiosos y la repartición de los ejidos Y por último, el siglo que comienza: la dicotomía entre lo rural y lo urbano.

Y se espera que con este revival independentista-revolucionario se le de una rehabilitación mejor a este recinto histórico y singular de la Independencia de México y que recomiendo visitar a todos los mexicanos. O que al menos reimpriman la semblanza descrita por Cupertino Reyes.

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