Archivo Policiaco, Ecatepec, Estado de México, Abril 9.- Detuvieron en la colonia Doctores de la Ciudad de México a Guillermina Cruz Plata, jefa de una banda de secuestradores, cuyo centro de operaciones era el municipio de Ecatepec, donde “enganchaba” a sus víctimas para que sus cómplices los plagiaran y se pidiera rescate a sus familias. Esta es la historia.
Guillermina, que a veces se llamaba Magali y otras Paulina, y no porque no le gustara su nombre, sino para proteger su identidad, en contubernio con su primo y otro sujeto, planeaban los plagios.
Previamente estudiaban a los afectados, a quienes Guillermina los “enganchaba” y por lo regular eran interceptados cuando estaban con ella a plena luz del día, luego eran llevados a una casa de seguridad ubicada en el estado de Hidalgo, donde los mantenían privados de su libertad atados de pies y manos, con los ojos vendados.
Mientras tanto Guillermina hacía las llamadas desde teléfonos públicos de dicha entidad; amenazaba a los familiares de que si no entregaban un cuarto de millón de pesos en efectivo no volverían a ver al secuestrado.
Por ejemplo, en octubre del 2007, Guillermina en ese año, Magali, “enganchó” a un incauto que más tarde, cuando la paseba en su auto por Ecatepec, fue interceptado por cinco sujetos, quienes lo metieron a la cajuela de su propio carro.
Una vez sometido, se comunicaron con sus familiares para exigirles el pago de un rescate y los documentos del vehículo a cambio de que respetaran su vida. Cuatro días después entregada la cantidad exigida y la factura del vehículo, la víctima fue liberada.
En enero de este año la banda se quedó sin dinero, ya saben ustedes como se gasta en diciembre, por lo que decidieron actuar nuevamente con la misma táctica. Para qué cambiar si les había funcionado muy bien la primera vez.
En esta ocasión Guillermina, como Paulina, simuló una convivencia constante, a fin de ganarse la confianza de su nueva presa y en una de sus citas con la víctima, a ésta se le aparecieron varios sujetos y tras amagarlo con armas de fuego lo inmovilizaron y llamaron a sus familiares para informarles que lo habían secuestrado y que debían pagar una fuerte rescate.
Pero la enganchadora se confió mucho en esta ocasión y dejó pistas que permitió a la Policía Judicial ubicar que se ocultaba en la colonia Doctores, en la ciudad de México, donde fue detenida y puesta a disposición del agente del Ministerio Público de la Subprocuraduría Regional de Ecatepec, quien determinó la consignación y aportó los elementos de prueba suficientes para que el Juez 6º Penal de Primera Instancia determinara dictar el auto de formal prisión por los delitos de secuestro y cohecho.
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