Fin a la posmoderna caza de brujas: los consumidores de cannabis

Un triunfo del movimiento cannábico la reforma legal.
Necesaria una convivencialidad pos-prohibición.


Por Juan Pablo García Vallejo (Gaceta Cannábica)

Ecatepec de Morelos de los más pobres, Dic. 1.- Ya nada es como antes. Antes nadie se atrevía a proponer la liberación de las drogas en alguna aburridísima reunión de magistrados, procuradores y ministerios públicos, que se hacían contra las drogas y la crucifixión estigmatizadora y moralizante de sus consumidores.

Los priistas doble moralistas se oponían siempre y sembraban mentiras a más no poder. Nadie les decía nada por ser prohibicionistas, dogmáticos, neo-colonizados por los norteamericanos..

Hoy al menos, algunos legisladores ya se interesaron en esta problemática como para hacer una iniciativa de ley de despenalización de la marihuana. Algo es algo.

Todavía se pueden inventar muchas cosas e imaginar otras más que no existe.

O todavía no han sido secuestradas por las instituciones zombis y dogmáticas.

Los tiempos cambian y vamos directo a una sociedad mexicana. Pos prohibición de las drogas.

Viviremos una re-legalización de la marihuana y muchos se beneficiaran de las bondades y de todas sus aplicaciones.

Los tiempos están cambiando aún en las sociedades conservadoras católicas como la mexicana. La persecución social contra los consumidores de cannabis terminará pronto; la vigilancia generalizada se terminara también.

La re-legalización ya pasó de la agenda social a la agenda política y de ahí a la agenda nacional. En este momento les toca hablar a los legisladores, sin olvidar que siempre los que tienen voz y voto en el movimiento cannábico son sus propios participantes.

Un derecho antes inimiganible, la despenalización del consumo y posesión de marihuana, comienza a construirse en los años recientes, el derecho al consumo de cannabis por el Consumidor Recreativo Moderado (CRM).

Las cuestiones más graves e inclusive las consideradas como inmorales llegan a ser reguladas socialmente, por ejemplo, el aborto, la sociedad de convivencia, la reasignación del sexo.

Para esto se necesita la visibilización de la problemática social que padece cotidianamente la población estigmatizada y discriminada socialmente tanto por los distintos agenciamientos de poder como del sector salud.

La creación, promoción, defensa y difusión de la Identidad Cultural colectiva Cannábica (ICCC) con la edición y producción y recuperación del patrimonio cultural cannábico y el trabajo legislativo para regular su estado de ilegalidad, y una visión positiva del cannabis que retome lo mejor de la lectura de los daños farmacológicos de los consumidores de drogas y de las propuestas para resolver los múltiples daños sociales: violencia callejera, lavado de dinero, corrupción de la justicia.

Los consumidores de cannabis tienen derecho a la ciudad y por tanto tienen derecho a lugares específicos de reunión y encuentro (lugares públicos, el Día de Liberación Mundial de la Marihuana, el Día de la Marihuana Médica, el Día del Consumidor), limpios y seguros, con información disponible y consejería integral de salud.

Una visión positiva del cannabis que deje atrás las mentiras pseudos-científicas, las creencias limitantes que se argumentan y muestran que no les interesa resolver de conjunto el problema de las drogas ilegales.

Una visión positiva del cannabis que nos permite conocer mejor el cannabis y beneficiarnos de sus bondades y múltiples aplicaciones en actividades psicotrópicas, aprovechamientos industriales, degustaciones gastronómicas, poder bio-energético y como ornato, y que ya no se desperdicien estos beneficios por culpa de la prohibición.

Falta una mayor resistencia a las campañas prohibicionistas que se dirigen a todos y a nadie pero que siempre se impone. Y nuestras campañas de consumo moderado que son muy limitadas, hay que continuar las campañas contra la Neo-Colonización Prohibicionista Distópica.

El siglo XIX el tabú del capitalismo victoriano fue la sexualidad, del capitalismo yanqui fue la muerte y ahora en el XXI este capitalismo especulativo se enfrenta a los retos que plantea el siglo de la mente.

Y es precisamente en el siglo de la mente que se quiere instaurar perpetuamente la política de prohibición de drogas.

Es el momento de crear una ciudadanía a la Nueva Cultura de las Drogas. Al establecimiento de un entendimiento entre los hombres y su relación con las drogas. Crear una convivencialidad pos prohibición, porque se va a dar, como ha sucedido con otros comercios ilegales

Una Visión positiva del cannabis que ilumine los callejones sin salida de la irreflexión, que desoculte, trasparente, explique claramente los misterios y mitos sobre la cannabis y sus usuarios frecuentes; que cree un discurso demostrante de toda esta nueva cultura de las drogas.

Una visión positiva del cannabis que termine con muchas décadas de persecución, degradación cultural y moral reavivada cada vez por la prensa sensacionalista, que sólo ve ganancia en la nota sensacionalista e invisibiliza la espiral del silencio que aparentemente fortalece la política hegemónica prohibicionista.

Que se cambien los techos y paredes de cristal cubiertos por los dogmas científicos por ventanas de reflexión y voluntad para resolver la Distopía del narcotráfico y la viabilidad de la sociedad mexicana.

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